La colección “Raíces” nace de una inspiradora combinación de pasión por el ambiente, curiosidad, diseño y elegancia. Una ambientalista y una diseñadora han unido fuerzas para que la Comunidad pueda ser parte de un movimiento que transforma la manera en que interactuamos con el mundo que nos rodea.
Esta propuesta presenta envases reutilizables, pensados para no acabar en los ríos ni en los vertederos. Diseñados para no afectar las especies, estos envases permanecen en tus manos, ayudando a ser parte de la solución en lugar de contribuir al problema.
El objetivo principal de la colección es reducir la generación de residuos destinados a incineración, vertederos, ríos y océanos. Además, busca crear conciencia sobre las especies que habitan o visitan la República Dominicana. Al adquirir estos envases, los clientes podrán reutilizarlos múltiples veces al regresar con ellos vacíos para rellenarlos. Esto permite que un mismo envase tenga un ciclo de vida extendido, disminuyendo significativamente los desechos.
La colección «Raíces» está inspirada en cuatro especies emblemáticas de la biodiversidad de la República Dominicana:
- El pez loro o cotorra (Scarus coeruleus): Este pez juega un papel vital en la salud de los arrecifes de coral, ya que su dentadura le permite controlar el crecimiento de algas que afectan los corales. Además, es un gran productor de arena blanca. Considerado vulnerable en la Lista Roja de Especies Amenazadas, su protección es crucial para los ecosistemas marinos.
- La tortuga carey (Eretmochelys imbricata): En peligro crítico de extinción debido a la caza ilegal, la contaminación y la pérdida de hábitat, esta tortuga es un visitante regular de nuestras costas. Su conservación es esencial para la biodiversidad marina.
- La campanita criolla (Cubanola domingensis): Especie endémica de la isla Hispaniola, conocida por sus flores solitarias y su fragancia nocturna. Como especie única en el mundo, debemos velar por su preservación y evitar su desaparición.
- La rosa de Bayahíbe: Declarada Flor Nacional en 2011, sus delicadas flores rosadas son un símbolo dominicano. En peligro crítico de extinción, su conservación es un compromiso con nuestra identidad y biodiversidad.
Con esta colección, invitamos a la comunidad a descubrir la belleza de proteger y convivir con las especies que nos rodean.